Dedicarse a la investigación no es tarea fácil, requiere al menos de creatividad, preparación y conocimiento. El pensamiento e imaginación creativa son actividades prioritarias para mantener una instancia pertinente de reflexión en torno a las problemáticas del desarrollo. Lo anterior unido sólidamente a la experiencia y conocimiento científico permiten contar con modelos y técnicas aplicadas para interpretar la dinámica del cambio y del desarrollo en los niveles local y regional.