Las restricciones aplicadas a la movilidad a nivel global y local para frenar la propagación del COVID-19 prácticamente han paralizado la actividad turística. En Chile y en la Región de Los Lagos en particular distintos estudios indican que han sido meses complejos para el rubro turístico, advirtiendo que los impactos de la crisis sanitaria han alcanzado niveles dramáticos afectando desde micro hasta grandes empresas, a muchas de ellas lamentablemente en forma permanente, con el consiguiente aumento del desempleo directo e indirecto y las consecuencias socioeconómicas que implica en las cadenas de valor productivo regional. Solo a manera de ejemplo hay que mencionar que este año la temporada invernal debe darse por descartada. Pese a esto, en las últimas semanas se aprecian algunas señales positivas relacionadas con una baja en la expansión de la pandemia y con ello a la posibilidad de un desconfinamiento gradual como ha sucedido en el caso de las regiones vecinas. Aun así, el camino hacia la llamada “nueva normalidad” es dificultoso y pocos sectores enfrentan mayores desafíos que el turismo para volver a niveles comparables a los de años anteriores. En medio de esta incertidumbre existen, sin embargo, algunas posturas más optimistas que pronostican una reactivación del sector a partir del turismo interno como medida emergente, con estancias más cortas y en destinos próximos que contemplen pocos riesgos de contagios. Es probable el auge del turismo de naturaleza, rural, “de aislamiento”, de espacios abiertos o de proximidad. En este escenario, la Región de Los Lagos cuenta con ventajas comparativas en relación con otros destinos de mayor aglomeración, masividad o más afectados por el COVID-19. Evidentemente, pensar en una reactivación requiere también buscar alternativas y soluciones oportunas y novedosas que incluyan una fuerte participación de la diversidad de actores que componen el sector para mitigar las limitaciones en el acceso a créditos y programas oficiales de recuperación que experimentan numerosas empresas y así conseguir verdaderos paliativos en este contexto tanto inédito como grave de uno de los sectores con más gran potencial de esta región.
Dra. Marisela Pilquimán Vera