Hace tres meses, desde el gobierno central, salían signos alentadores sobre el futuro de la pandemia: se podían, se debían reabrir si o si las escuelas y liceos (las universidades no tanto; nadie sabe porque), se podía salir de vacaciones con la condición de pedir el permiso correspondiente (más de dos millones fueron así irresponsablemente distribuidos), se reabrieron los gimnasios etc, etc… ¡Esto se hizo contra la opinión de los gremios profesionales de la salud y de la educación!
¿Consecuencias? Una semana después, alrededor de 50 colegios habían tenido que cerrar por contagios y hoy las zonas costeras del centro de Chile son las más afectadas por esta ola nueva del Covid. Todos los días se bate el récord de contagios y, de manera dramática, el del numero de fallecidos para llegar a casi 200.
Pero no todo se debe resumir en cifras y porcentajes. Detrás de cada contagio, esta el desamparo de la familia, detrás de cada fallecido esta su desesperación. Sentimientos que, aparentemente, no logran atravesar las gruesas paredes de la Moneda.
No obstante, frente a estas realidades, el gobierno ha debido tomar nuevas medidas para reforzar la fiscalización, endurecer los confinamientos, cerrar el país; es decir obligarnos a un encierro y un asilamiento cada día más insoportables, aunque indispensables. Sin embargo, aquí de nuevo, la precipitación, la presencia de intereses aparentemente superiores, la impreparación, la soberbia y la inconsistencia pueden tener graves consecuencias. Un ejemplo: en las universidades donde se hace más del 80% de la investigación científica del país, donde en los laboratorios y los centros experimentales, se trabaja con animales vivos, todos se preguntan frente a la eliminación casi completa de los permisos laborales como van a nutrir los animales y así seguir investigando, teniendo en cuanta que algunas de estas investigaciones se relacionan con entender mejor las pandemias.
¿Qué pasará con los centros que desarrolla la Universidad de Los Lagos en la región entre otros en Metri o Rupanco, y los laboratorios donde hay experimentaciones en curso, las cuales en caso de cierre perderán meses sino años de trabajo (microscopia electrónica, microbiología, genética y biodiversidad, limnología, ecología, acuicultura y biotecnología)?
La pandemia es grave, muy grave pero la vida no puede parar en su totalidad y se necesita cada día más unos gobernantes que tomen decisiones después de estudiar todos los pros y contras so pena de entrar en inconsistencias mortales o resguardo de intereses ocultos.
Dr. Patrick Puigmal