«No es lo mismo desplazarse en una ciudad intermedia de la Región que moverse en pequeñas lanchas»
La movilidad espacial es un derecho y una condicion necesaria para acceder a los bienes y servicios que ofrecen los territorios. En este sentido, y cuando las condiciones de movilidad y de accesibilidad se ven obstaculizadas o resultan difíciles, los individuos y sus familias caen en situaciones de exclusión y marginalidad, precarizándose su condición de sujetos, al igual que su calidad de vida. Los conocimientos de las particularidades de las experiencias de movilidad cotidiana son todavía escasas en nuestro país, centrándose, por sobre todo, en el estudio de los modos de transporte y en los tiempos de viaje.
En lo relativo al desarrollo de políticas públicas intersectoriales, se observa que existe una escasa articulación entre los diferentes sectores (transporte, salud, educación, etc), lo cual implica un pobre desarrollo en términos de gestión de la movilidad, pero también en términos de conocimiento de los sujetos que se desplazan. En efecto, la comprensión de las experiencias de viaje, así como la identificación y reconocimiento de las barreras y obstáculos a los que están expuestos los individuos en sus trayectorias de movilidad diaria, ofrecen una oportunidad para una mejor gestión y planificación de los territorios que reditúa en una menor desigualdad socioterritorial y una mejora en la calidad de vida.
No hay que perder de vista el hecho que el acceso a los distintos bienes que ofrece el territorio se encuentran condicionados por relaciones espaciales de residencia, distribución de servicios y condicionantes socioculturales, etarias y de género. Cuando imaginamos una movilidad desde los sujetos y sus territorios conviene, sin lugar a dudas, considerar las experiencias de quienes se mueven. No es lo mismo desplazarse en una ciudad intermedia de la Region de Los Lagos que moverse en pequeñas lanchas en el Archipiélago de Chiloé. Es decir, la movilidad y el viaje serán complejos y distintos en cada situación. Resulta primordial a las políticas públicas con rostro humano, atender las particularidades de los sujetos, sus significados y experiencias de viaje como indicadores de las desigualdades a las que se ven enfrentados en sus prácticas cotidianas.
Alejandra Lazo Corvalán
Columna de opinión publicada en el Diario Austral de Osorno, el jueves 4 de octubre de 2018.