Navegando en la marea del coronavirus
Opiniones

En la Región de Los Lagos la pesca artesanal es fuente de ingreso de más de 34.000 personas, quiénes han enfrentado recientemente persistentes dificultades para sostener su actividad: menos recursos, precios bajos, marea roja. Ahora, tras seis meses de crisis sanitaria por coronavirus los impactos económicos sobre este sector son también negativos. Las medidas preventivas de distanciamiento social, confinamiento y restricciones a la movilidad implican nuevas amenazas derivadas de gran interdependencia que caracteriza la extracción, procesamiento y venta de peces, mariscos y algas. Conocer los impactos y sus causas es imprescindible para orientar respuestas oportunas y eficaces.

Los resultados preliminares de una encuesta de FIPASUR/Future of Fish indican que más de la mitad de los pescadores ha sufrido la reducción de ingresos en más del 50%; para el resto el sustento ha decaído entre 20 y un 50%. Entre las causas, destacan la paralización de las cadenas de comercialización (incluyendo el turismo), menos días de pesca para prevenir contagios, y la caída en los precios de algunos productos. De las medidas paliativas recibidas desde el Estado destacan el ingreso familiar de emergencia y las canastas de alimentos. Sin embargo, casi un cuarto de los consultados aún no ha recibido apoyo alguno. Complementariamente, existen iniciativas de adaptación local, pero más del 46% no ha participado en innovaciones colectivas.    

Dos proyectos se discuten actualmente en el Congreso para hacer frente a esta crisis. Una busca suspender o aplazar hasta 2024 algunos requerimientos/deberes de los usuarios y evitar así la caducidad de derechos y postergar inversiones menos importantes. La segunda busca establecer la obligatoriedad de la JUNAEB de satisfacer al menos un 50% de su demanda en el sector pesquero artesanal (y agrícola), atacando directamente la principal causa del decaimiento productivo. Potenciar decididamente las cadenas cortas y la demanda interna, nacional y regional, es sin duda una decisión correcta que no solo ayuda a paliar los efectos del covid19. Representa una oportunidad para sostener una estrategia de desarrollo de largo plazo para el sector y una excelente señal del tipo de colaboración que necesitamos en Chile para navegar en la marea del coronavirus.

Dr. Andrés Marín Ricke

Columna de opinión publicada en el Diario Austral de Osorno el día 3 de Septiembre de 2020.