Este libro plantea propuestas para avanzar hacia un «segundo ciclo» de la descentralización, ampliándose hacia los actores que forman parte de cada territorio; apoyándose en las capacidades, dinámicas y sinergias posibles entre estos. Esta ampliación supone modificar las relaciones entre los actores regionales y centrales, así como reconocer la gradualidad que debe existir en dicho proceso, producto de la diversidad entre las regiones del país.
En primer término, se analizan los condicionantes institucionales del Estado al proceso regional y la dinámica centralismo / descentralización. Las instituciones públicas operan con restricciones y son generadoras de oportunidades específicas para conjuntos de actores sociales o ámbitos de la gestión regional. La segunda dimensión de análisis se refiere a las características de las sociedades civiles regionales y sus articulaciones efectivas con el Estado, a través de la participación. Se distinguen casos que se originan en diseños participativos y otros en los cuales la participación y concentración surge como respuesta frente a conflictos locales y regionales. Finalmente se aborda la dinámica política, un aspecto generalmente obviado por los enfoques más tecnocráticos de políticas públicas, pero que define intereses y posibilidades concretas de avanzar en este ámbito.
En total son una veintena de textos que componen una contribución significativa del conocimiento empírico y los conceptos necesarios para abordar los desafíos actuales y futuros de Chile: la redistribución del poder, la reforma descentralizadora, el rol que tendrán los espacios terrioriales en una nueva regionalización y las formas de participación ciudadana requeridas en todos los niveles.