Hace algunas semanas tuvimos el privilegio y el honor de poder recibir en Osorno a Vera Baboun, embajadora de Palestina en Chile. Ofreció una conferencia titulada «El genocidio del pueblo palestino: perspectivas históricas y el impacto en la niñez». Más allá de la terrible actualidad que impacta a esta región, es saludable volver al origen y al contexto de cualquier evento histórico para entenderlo en toda su plenitud.
La ONU creó en 1948 el Estado de Israel y debía crear en el mismo tiempo el Estado de Palestina. No ocurrió lo segundo, ocurrió más bien el éxodo de cientos de miles de palestinos, obligados a dejar su tierra para, en la mayoría de los casos, asilarse en campos «transitorios» principalmente en Jordania, Siria y Líbano. Es solamente en 1993 que la comunidad internacional reunida en Oslo confirmó la creación del Estado de Palestina. Jamás aceptado por Israel, el Estado de Palestina tiene un territorio atribuido y reconocido internacionalmente (Cisjordania y banda de Gaza) constantemente asediado por la migración continua de judíos en el marco del sionismo, creando cada día más colonias (kibutz). Hoy la Cisjordania es un territorio parcelado, dividido, con múltiples controles militares que impiden la libre circulación de la población y el desarrollo armonioso de la región.
Académica de la Universidad de Belén durante veinte años, primera mujer alcaldesa de Belén (2012-2017), miembro del Consejo Nacional de Palestina (2018), escritora y embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de Palestina en Chile (2022), Vera Baboun declaró en esta oportunidad: «los ataques del 7 de octubre de 2023 no ocurrieron en el vacío… fueron 76 años de constantes atrocidades e injusticias que han atravesado los palestinos como nación ocupada». Hoy día hay alrededor de 5,5 millones de palestinos viviendo en Palestina y 5,9 haciéndolo como refugiados en campamentos fuera del territorio. Estas cifras no necesitan más palabras para entender la atrocidad de su situación.
Chile es el país con más población de origen palestino en el mundo después de Palestina. Osorno no está ajena a esta situación. Existe una comunidad palestina muy activa, particularmente en el rubro comercial, al lado de descendientes sirios y libaneses. Viven su vida cotidiana chilena como cualquier ciudadano de este país, pero su alma, sus ojos, están constantemente dirigidos hacia la tierra de sus ancestros.
«¡Más se encierra la gente, más se radicaliza!», con estas palabras extractas de su libro «Por el amor de Belén, mi ciudad amurallada», Baboun traza el corazón de su acción: ayudar a su país, su ciudad y las mujeres rompiendo estas murallas. Mensaje universal desde una mujer intelectual, activista y humanista.
Por Patrick Puigmal, investigador del CEDER.
*Publicada el 10 de octubre de 2024 en el Diario Austral de Osorno.
Foto principal: Comunidad Palestina en Chile