El abstencionismo no sólo se relaciona con una percepción negativa de la política
Tal y como ha sido ampliamente estudiado, los jóvenes constituyen un segmento que manifiesta un fuerte distanciamiento frente a la política y la participación electoral. Si bien se extiende en todos los segmentos etarios, es en los jóvenes en donde este sentimiento se expresa con mayor intensidad, generando con ello un sensible problema para nuestra vida democrática: el de la distancia cada vez mayor entre el país electoral y el país real.
Lo arriba expuesto trae como consecuencia el hecho que si en el «país electoral» los y las ciudadanas son mayores en relación al «país real», el sistema político se encontrará menos dispuesto a acoger y procesar las demandas de quienes se ubican en los tramos etarios más jóvenes de nuestra sociedad, generando con ello una profundización de la distancia entre los jóvenes y la política.
A partir de esta preocupación es que durante el año 2017, el entonces tesista de la Universidad de Los Lagos y actual licenciado en Ciencia Política, Miguel Godoy, en el marco de una investigación del Ceder (ULagos) sobre el sistema político chileno, realizó un estudio en torno a las causas que permitirían explicar dicha conducta en el caso de la comuna de Puerto Varas. Y para ello, entrevistó a 50 jóvenes puertovarinos que, en lo fundamental, ratificaron una tendencia nacional: la abstención electoral es resultado de una concepción de la política institucional como actividad que no genera efectos sobre la vida de las personas y las comunidades.
Pero además de ello, el estudio mostró otra dimensión del problema: a medida que los jóvenes muestran menor nivel de conocimiento frente a la política y una menor disposición a participar de instancias colectivas, menor es su disposición a participar electoralmente. Es decir que, en definitiva, el abstencionismo no sólo se relaciona con una percepción negativa de la política, sino que también con una distancia y desinterés frente a los asuntos públicos en general, cuestión que pasa a constituir un problema relevante para nuestra calidad democrática.
En definitiva, la complejidad del fenómeno aquí tratado radica en que éste no sólo se explica por los problemas propios de nuestra convivencia democrática, sino que también por la existencia de una disposición negativa frente a la participación y el involucramiento en la vida pública por parte de los jóvenes chilenos en general y de nuestra región en particular.
Preocuparnos de ello es una tarea urgente.
Carlos Durán Migliardi
Columna de opinión publicada en el Diario Austral de Osorno el Jueves 6 de Septiembre de 2018