Comenzamos diciembre, buen momento para evaluar este 2024. Ha sido un año difícil, con una marcada polarización, un mundo en tensión y con pocas perspectivas de cambios gravitantes en el corto plazo. Las condiciones con las que enfrentaremos 2025 son desafiantes. ¿Qué podemos esperar y hacer desde Chile?.
En agosto se publicó la última versión del Informe sobre Desarrollo Humano en Chile, abordando lo difícil que nos resulta realizar cambios, tras un «estallido social» y dos procesos constituyentes. Si bien los resultados resultan paradójicos en muchos sentidos (queremos cambios de fondo, pero graduales; tenemos rabia, pero también paciencia), siguen una tendencia clara. En el proceso se ha agudizado nuestra desconfianza en las autoridades (¡todavía más!), pero también tenemos más desconfianza de las personas con las que nos relacionamos de manera cotidiana. Tenemos una mirada más realista, pero preferimos soluciones dogmáticas, pese a que también desconfiamos del futuro.
La última encuesta CEP nos da más pistas. La valoración de la democracia ha perdido terreno frente a la de regímenes autoritarios y es consistente con la enorme diferencia entre quienes valoran el orden y quienes valoran la libertad (donde gana el primero). Pese a que valoramos muy negativamente la situación actual del país, salvo entre octubre y noviembre de 2018, nunca en diez años hemos tenido tanta satisfacción con nuestras vidas como ahora.
¿Cómo entendemos que estemos a gusto con nuestra vida pese a que todo a nuestro alrededor nos molesta?, ¿Qué carácter puede tener la sociedad que construyamos si nada de lo que ella nos ofrece parece afectar el bienestar que sentimos de nuestro propio proyecto de vida?, ¿Identificamos el modo en que nuestras vidas se entrelazan con lo que ocurre fuera de nuestros hogares?.
Más que buscar respuestas, podemos reflexionar sobre el modo en que los desafíos locales y mundiales de 2025 nos impactarán, así como en las posibilidades de ser parte y de dar forma a las innovaciones y confianzas que logremos construir para enfrentar las olas de calor, guerras comerciales y confrontaciones políticas y bélicas. En medio de todo eso, ¿podremos confiar más?, ¿podremos ser confiables?.
Por Álvaro Román, investigador del CEDER.
*Publicada el 5 de diciembre de 2024 en el Diario Austral de Osorno.