Desde el comienzo del brote del coronavirus en Chile, en marzo del 2020, hubo un importante aumento de plataformas de visualización de datos sobre la Pandemia. Algunas de ellas contabilizan el número de casos, las tasas de prevalencia, números de recuperados a nivel nacional o regional, las que se suman a la información que entrega el Ministerio de la Salud[1]. Plataformas como el BigData[2] de la Universidad de La Serena, o la Infraestructura de Datos Espaciales para el Covid-19[3], son algunos ejemplos. Existen también aplicativos de smartphones como el CoronAPP[4], creado para entregar a los ciudadanos información sobre buenas prácticas en el combate al coronavirus.
Desde una perspectiva colaborativa, la plataforma Frena la Curva[5] permite conectar ciudadanos, voluntarios, activistas, organizaciones sociales, emprendedores, con el objetivo de organizar acciones frente al Covid-19, complementando, desde la sociedad civil, las medidas del gobierno y los servicios públicos. Chile es uno de los 16 países que colaboran con esa plataforma ciudadana.
Las preguntas que frecuentemente surgen a partir de la aplicación de estas plataformas son: ¿Quiénes son las personas que las utilizan? ¿La información llega a las personas en situación de vulnerabilidad? ¿Participan grupos organizados, haciendo la intermediación con los sectores donde estas plataformas no llegan? ¿Que sucede con las personas que no poseen acceso a internet? Independiente del tipo de respuesta, la experiencia indica que el uso de tecnologías situadas en territorio, en tiempo real y colaborativas pueden potenciar las iniciativas comunitarias para el enfrentamiento de crisis como la del coronavirus. Pero también, muestra que la distancia y la desigualdad entre aquellos que detentan el conocimiento de las plataformas, un acceso potente a internet es un obstáculo para el desarrollo más amplio de las iniciativas.
Para intentar reducir estas asimetrías sociales y tecnológicas, se requiere que los movimientos ciudadanos, organizaciones sociales y universidades asuman un rol importante en la gobernanza de los datos como un objetivo central en su quehacer, bajo un enfoque de transparencia con datos abiertos que involucre la ciudadanía y ponga la información y la tecnología al servicio de la sociedad y sus problemas.
Allan Yu Iwama