Investigadores abren debate sobre suplementos nutricionales y deportivos
Noticias
  • El Grupo de Estudios Sociales sobre Alimentación (GESA) organizó el conversatorio “Diálogo y suplementación deportiva. Reflexiones desde las ciencias sociales: una revisión sistemática”.

 

El pasado 22 de mayo, el Grupo de Estudios Sociales del Alto Rendimiento (GESA) -integrado por investigadoras e investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Chile y del CEDER de la Universidad de Los Lagos- realizó el conversatorio “Diálogo y suplementación deportiva. Reflexiones desde las ciencias sociales: una revisión sistemática”, con presentaciones de los investigadores Manuel Zoccola (UC) y Alexis Sossa (U. Mayor).

La actividad, abierta a público presencial y remoto, se llevó a cabo en el Campus San Joaquín de la PUC, y buscó entregar una mirada crítica sobre el fenómeno de los suplementos nutricionales y deportivos desde las ciencias sociales, abordando su uso en contextos de alto rendimiento, prácticas cotidianas y consumo masivo.

“Nos dimos cuenta de que la mayoría de los estudios disponibles provienen de las ciencias de la salud o la psicología, pero no desde disciplinas como la sociología o la antropología”, explicó Zoccola. Esta ausencia motivó la realización de una revisión sistemática que agrupa más de una década de literatura científica sobre el tema.

La investigación identificó cinco grandes dimensiones: actitudes hacia el uso de suplementos, su potencial como puerta de entrada al dopaje, redes y actores clave, un área gris en cuanto a efectos y regulación, y una fuerte ambigüedad conceptual sobre qué es exactamente un suplemento.

“El suplemento aparece como una forma moralmente aceptada de optimización personal en una sociedad donde ser empresario de uno mismo se ha convertido en un valor central”, comentó Sossa. “Esta cultura neoliberal encaja muy bien con el uso de productos que prometen rendimiento, salud o estética”, añadió.

Aunque los suplementos no son dopaje, pueden contener sustancias prohibidas sin ser declaradas en el etiquetado, lo que expone a atletas a situaciones de “dopaje inadvertido”. Como señaló Zoccola, “la práctica de suplementación debe ser cuidada como un objeto propio de estudio. No es el suplemento en sí el problema, sino la desinformación y la falta de regulación”.

El consumo también se ha masificado fuera del deporte profesional. Personas jóvenes, amateurs o incluso sedentarias acceden fácilmente a estos productos, muchas veces influenciadas por referentes como influencers o celebridades del fitness. “¿Qué pasa con aquella persona que no es atleta, pero que consume suplementos influenciada por cuerpos mediáticos o ideales estéticos? Esa es una discusión fundamental”, recalcó Sossa.

Ambos investigadores subrayaron que no existe una política clara en Chile sobre suplementación. Frente a esto, presentaron dos casos comparados: Inglaterra, que ha optado por la regulación dura, y Dinamarca, que ha priorizado campañas educativas en escuelas y universidades. Esta última logró reducir las consultas médicas por problemas asociados al consumo, sin necesidad de criminalizar o estigmatizar a los usuarios.

En palabras finales, Zoccola enfatizó que “los suplementos no deben ser tratados como dopaje. Lo que necesitamos es información clara, regulación adecuada y más investigación desde lo social”.

La presentación se puede revisar aquí.