- Jael Goldsmith y Joaquín Rivera expusieron en la cuarta sesión del ciclo de conversatorios organizados por el Grupo de Estudios Sociales de la Alimentación (GESA).
En la cuarta sesión del ciclo de conversatorios organizado por el Grupo de Estudios Sociales de la Alimentación (GESA), la subdirectora del CEDER de la Universidad de los Lagos, Dra. Jael Goldsmith y el doctor (c) de Ciencias Sociales en Estudios Territoriales de la ULagos, Joaquín Rivera, presentaron -de manera telemática- un análisis profundo sobre la relación entre obesidad infantil, segmentación socioeconómica y acceso alimentario en las seis conurbaciones más pobladas del país: Santiago, Valparaíso, Antofagasta, La Serena-Coquimbo, Concepción y Temuco.
Basados en datos del Mapa Nutricional de JUNAEB (2018), el estudio “Obesidad infantil, entornos de provisión de alimentos y segmentación socioeconómica: Explorando patrones espaciales en ciudades chilenas”, analizó datos de más de 45 mil mediciones biométricas de estudiantes de Primero Básico, cruzados con información georreferenciada sobre supermercados, ferias libres y almacenes. Aunque surgido como un proyecto exploratorio durante la pandemia, terminó arrojando hallazgos relevantes para repensar las políticas públicas en alimentación.
“La mayoría de nuestros hallazgos no son revolucionarios, pero sí consistentes con la literatura. El aporte está en haber trabajado a esta escala y haber puesto en discusión ciertas categorías que ya no nos sirven”, afirmó Goldsmith.
Más obesidad donde hay más pobreza
Uno de los hallazgos más consistentes del estudio es la relación inversa entre nivel socioeconómico y obesidad infantil: a menor ingreso, mayor prevalencia. Esta tendencia es especialmente marcada en ciudades como Concepción, Santiago y Valparaíso, donde los sectores con mayores tasas de obesidad se concentran en zonas de menor nivel socioeconómico.
“La segregación residencial incide directamente en los perfiles nutricionales. No es lineal, pero sí se repite el patrón”, explicó Joaquín Rivera. “Esta desigualdad se vuelve espacialmente visible y está anclada en la forma en que están organizadas nuestras ciudades”, agregó.
En Temuco y Concepción, la obesidad infantil es más alta y más generalizada. En Antofagasta, por el contrario, se observan mayores distancias a la oferta alimentaria saludable, sobre todo en los sectores periféricos.
“En el caso de Temuco, por ejemplo, la obesidad es alta en todos los sectores, pero aún más en aquellos con menor acceso alimentario. Es un caso donde claramente se cruzan desigualdad estructural y limitaciones geográficas”, afirmó Rivera.
Ferias libres y desiertos alimentarios
Un punto destacado fue el rol de las ferias libres como fuente de acceso a frutas y verduras frescas, especialmente en sectores populares de Santiago, Concepción y Valparaíso.
“Las ferias son claves para el sistema alimentario chileno. No son mercados campesinos, pero tienen una altísima penetración territorial y cumplen una función insustituible”, destacó Goldsmith. “En términos de cobertura y precio, son muchas veces más relevantes que los supermercados”, añadió.
Si bien el estudio detecta zonas con menor acceso, los investigadores cuestionan el uso del concepto de “desiertos alimentarios” en el contexto chileno urbano.
“Nuestros entornos urbanos están muy densamente poblados. No parece que la proximidad sea el principal problema. Hay casos donde estar cerca de un supermercado no implica tener acceso real, por barreras físicas o económicas”, explicó Goldsmith. “Hay que repensar cómo usamos estas categorías en Chile. No basta con medir metros”, sentenció.
Por último, los autores subrayaron la importancia de equilibrar el rigor metodológico con una mirada territorial sensible y situada, especialmente al momento de diseñar políticas públicas.
“El aporte no es que estemos diciendo cosas completamente nuevas, sino que lo hacemos a una escala inusualmente grande para Chile y con un nivel de detalle que permite empezar a hacer zoom en los casos más críticos”, señaló Goldsmith.
“No se trata solo de georreferenciar datos. Se trata de entender cómo operan las prácticas alimentarias, las barreras cotidianas, y la desigualdad desde el territorio”, concluyó Rivera.
Link de la cuarta sesión: https://youtu.be/qhCqZCdlg3w.
