Presentan libro que describe la participación ciudadana durante el proceso constituyente chileno
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  • El texto “Por un Chile diferente. Participación popular en el proceso constituyente” fue escrito por el académico e investigador del CEDER ULagos, Dr. Gonzalo Delamaza.

 

Este lunes 14 de octubre fue lanzado oficialmente el libro “Por un Chile diferente. Participación popular en el proceso constituyente” del académico e investigador del CEDER ULagos, Dr. Gonzalo Delamaza.

La obra fue presentada en la librería de Lom Ediciones en Santiago, en el marco del ciclo de actividades denominada “18 razones de octubre” que lleva a cabo la editorial por el quinto aniversario del estallido social chileno (18 de octubre de 2019).

Comentaron el texto Francisco Soto, abogado, doctor en Derecho, profesor de la Facultad de Derecho de la U. de Chile; y Santiago Castillo, doctor en Historia y dirigente social de la población Lo Hermida de Santiago.

Moderó Silvia Aguilera, editora de Lom Ediciones, quien precisó que el libro del Dr. Delamaza “documenta la participación popular durante el proceso constituyente chileno, con énfasis en lo sucedido entre el estallido social y el plebiscito de salida de la Convención Constitucional”.

Afirmó que el autor “destaca la enorme importancia de los hechos en torno a la inédita instancia deliberativa y sobre todo el debate político que este hecho suscitó. Sin embargo, releva también que el proceso participativo que estuvo en la base de este proceso de movilización, participación y deliberación ha sido normalmente omitido y en muchas ocasiones definitivamente distorsionado”.

Añadió que el investigador “se ocupa también de interpretar la paradójica situación chilena en la cual el periodo de mayor movilización popular en 30 años, sumado al proceso participativo institucional más amplio que jamás hayamos visto en el país, culminó con el rechazo -que todos conocemos- de la nueva Constitución”.

Comentaristas

En su intervención, Francisco Soto expresó que el libro “es un esfuerzo sistemático por dar cuenta del proceso participativo desplegado durante el proceso constituyente. Sin duda el trabajo de Gonzalo será un referente obligado para referir a la experiencia chilena”.

Puntualizó que “desde mi punto de vista, la participación, el proceso que se desarrolló entre 2016 y 2023, es sin lugar a dudas el elemento más importante de toda la discusión constitucional. A mi juicio los contenidos constitucionales por los contextos que se dieron serán muy difíciles que se extrapolen a otros países, a otra experiencia (…) cuando se quiera hacer un nuevo proceso constituyente, Chile va a ser un referente indiscutido y necesario”.

Asimismo, indicó que otro tema relevante “que ocupa las conclusiones, y buena parte del libro es esta paradoja de por qué fracasó el proceso a pesar de tener un proceso participativo exitoso. El autor en algún momento culpa al relato, en las conclusiones matiza un poco más eso, pero culpa a cómo la Convención defendió el texto elaborado y cómo de alguna manera la oposición tuvo la lucidez de concentrar las críticas y volcar la opinión pública en contra de un texto que había sido trabajado de manera bien abierta”.

Señaló que “mi impresión en eso, es que ese comentario es parcial, y cuando uno habla de mecanismos de participación, tiene que entender el impacto que tiene un mecanismo de participación en un proceso deliberativo. Una iniciativa popular no genera normas, lo que hace es poner buenas intenciones a disposición del político o del representante que debe elaborar el texto. Y yo creo que, en ese sentido, el proceso participativo es impecable, levantó caudales de temas que yo creo que van a seguir vigentes actualmente e impone un gran desafío a los abogados, a los académicos por posicionarlo”.

Agregó que “yo creo que el problema estuvo en la deliberación de la Convención y en la capacidad técnica que tuvo la Convención, en un periodo muy acotado, de producir un texto normativo que generara adhesión y convocara el sentido común de la mayoría de los chilenos. Y en ese aspecto, yo creo que el texto tiene muchas debilidades. Entonces, mi impresión, yo diría más que era un texto que no navegaba; o sea, yo lo veía puesto en el mar y se hundía, porque básicamente tenía deficiencias técnicas. Y, por ejemplo, no hubo como se requiere una deliberación constitucional”.

Por su parte, Santiago Castillo aseveró que “Gonzalo pone en el centro una cuestión que será una de las preguntas fundamentales de los movimientos sociales, de los militantes, de los activistas, de las y los intelectuales honestos, y de las ciencias sociales durante las siguientes décadas”.

En ese contexto, sostuvo que el libro “viene a aportar al debate al menos dos elementos que son estructurales y se transformarán en imprescindibles. La exposición empírica y documentada del proceso de participación popular dentro del proceso constituyente en general y en particular en la Convención permite entender acabadamente sus ritmos no institucionales e institucionales y demuestra la profundidad y la diversidad del proceso, que como señala Gonzalo fue el más amplio de la historia de Chile; y por otra parte, instala una serie de interpretaciones y nuevas preguntas respecto a la paradoja que se ha señalado”.

Remarcó que la obra “entre otras cuestiones, logra detallar precisamente cómo se gestó el proceso de participación social que dio cabida a la presentación de 78 iniciativas populares de norma (IPN) que entraron en el debate constitucional durante la convención y su valor profundamente democrático e histórico para posteriormente destacar la importancia que tuvieron en el resultado del texto propuesto como en la campaña que se realizó en torno al plebiscito del 4 de septiembre de 2022”.

Subrayó que “este autor logra cuantificar su incidencia, logrando demostrar que cerca del 60% de las IPN quedaron directa o indirectamente dentro de la propuesta final, lo que permite desmitificar aquellas voces que sugirieron que la Convención había rechazado masivamente las IPN”.

Junto con ello, enfatizó que el texto “aboga por profundizar en los problemas que tuvimos los movimientos sociales para convertirnos en una mayoría hegemónica en Chile y cumplir con cambiar la Constitución de Pinochet. Entre varias interpretaciones críticas que instala Gonzalo, la falta de una narrativa que pudiera unificar las fuerzas que proponíamos este proceso de cambio social y una coherente ausencia de una estrategia comunicacional única frente a una evidente y desigual batalla con los medios de comunicación de masas de la derecha y los predominantes presupuestos que tuvo la campaña de los promotores del rechazo, aparecen elementos gruesos que la izquierda, los y las activistas y los movimientos sociales debiéramos reflexionar en profundidad; quizás uno de los más importantes es la incapacidad que tuvimos los movimientos sociales entonces de conformar esta amplia mayoría”.

Autor

En tanto, el Dr. Delamaza declaró que el objetivo del libro “es dejar huella sobre un proceso muy importante de nuestro país (…) el hecho de haber tenido un proceso constituyente con dos instancias electas democráticamente -algo que nunca había ocurrido en Chile-, eso ya de por sí debería ser un motivo de reflexión”.

Acotó que “pueden haber críticas, por supuesto, sobre todo porque no tuvieron la adhesión de la población, pero concretamente este libro se refiere a la participación popular en esto y estos procesos, desde su génesis, es decir, la movilización previa, incluyendo el estallido social y la revuelta del 2019, que hizo posible que finalmente se abriera a la participación durante el proceso de la Convención e incluso la participación del momento posterior, del Consejo Constitucional, que fue mucho más reducida; estos son procesos que no pueden quedar omitidos como si no hubieran ocurrido”.

A su vez, lamentó que “para el caso de la Convención, no tenemos documentación, no está disponible, el Estado chileno levantó la Convención y después no ha puesto a disposición los datos, entonces, en ese sentido es más bien una presión que sentí para decir ‘esto tiene que quedar documentado’ y el libro lo documenta con datos y con cifras; en el caso del Consejo sí está la documentación”.

Aclaró que “no es que quiera hacer la historia, yo no soy historiador, sino que lo que quiero es responder, como sociólogo, qué llevó a un proceso tan participativo, que recogía las demandas de la gente, que se expresó en las calles, que además costó tanto sacrificio para los protagonistas, que sufrieron los efectos negativos -y eso es un enorme esfuerzo social y humano-, que esto haya terminado en fracaso. Entonces ahí necesariamente uno se pregunta cómo sucedió esto, qué pasó, qué se podría haber hecho mejor, y qué pasaría en un escenario hoy”.

“Por tanto -recalcó- detrás del libro hay una motivación muy fuerte a tratar de que no olvidemos lo que pasó, que pensemos que estamos en el Chile de 2015, porque a veces pareciera que no hubiera pasado nada, que no hubiera habido la movilización que hubo, que no hubiera habido los costos humanos de la gente y de todo el mundo, y también el deterioro institucional que vino después; eso es lo que busco con el libro”.

Por último, hizo hincapié en que “este es un libro más de sociología política de Chile, a propósito del tema de la participación, porque es primera vez que lo hacemos para la Constitución; en Chile es muy débil la infraestructura y los mecanismos participativos, entonces necesitamos dar un paso adelante, aun cuando no haya un nuevo proceso constituyente está la política pública y esto también ayuda a eso”.

Cabe señalar que el libro también será presentado en regiones: el 30 de octubre en Valparaíso, la segunda semana de noviembre en Puerto Montt y en Castro, a fines de noviembre en Punta Arenas, y a principios de diciembre en Temuco.

La presentación del libro se puede revivir en el Instagram de Lom Ediciones aquí.

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