Con un enfoque participativo e innovador, el académico del Centro de Estudios del Desarrollo Regional y Políticas Públicas (CEDER) de la Universidad de Los Lagos, Dr. Alejandro Retamal Maldonado, encabeza una reciente investigación sobre estrategias de conservación en la zona costera de Metri, comuna de Puerto Montt. El artículo “Autodiagnóstico e identificación de estrategias para la conservación de la zona costera de Metri, comuna de Puerto Montt, Chile”, fue publicado en la edición de julio-diciembre de la revista Perspectiva Geográfica, de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).
El estudio, desarrollado junto a las investigadoras Gabriela Piriz Millar -estudiante del Doctorado en Ciencias de la Universidad de Los Lagos- y Verónica Piriz Millar -Directora de la carrera de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo de la U. San Sebastián (USS) Sede Patagonia-, presenta los resultados de un proceso colaborativo con la Agrupación Monte Mar (AMM), organización social y ambiental de la zona, realizado entre 2021 y 2022. A través de encuentros reflexivos y metodologías participativas, se identificaron conflictos socioambientales -principalmente con la industria salmonera-, oportunidades de alianza y objetivos estratégicos para la conservación marina del primer tramo de la Carretera Austral.
Según los autores, “el proceso participativo desarrollado permitió identificar conflictos y oportunidades de alianza entre actores del territorio, lo cual promueve un enfoque inclusivo para abordar los desafíos ambientales”.
El trabajo se sustentó en un enfoque metodológico que valora los conocimientos, emociones y vivencias de los participantes como base para la toma de decisiones. En palabras del artículo: “el reconocimiento de la experiencia en el territorio como un insumo clave para la gestión ambiental permite elaborar propuestas pertinentes, contextualizadas y con proyección futura”.
Uno de los principales aportes del estudio fue la elaboración de un mapeo de actores, herramienta que permitió visibilizar tanto aliados como opositores a los procesos de conservación. Este diagnóstico fue clave para entender la complejidad del escenario local y definir estrategias viables a partir de consensos comunitarios.
Los autores subrayan que “las metodologías participativas fomentan la reflexión y la transformación tanto de las comunidades involucradas como de los investigadores”, destacando que este tipo de enfoques permiten construir agendas de desarrollo territorial que reflejen las verdaderas necesidades y aspiraciones de la comunidad.
Otro de los aspectos centrales del trabajo fue el fortalecimiento de capacidades locales para la gestión ambiental: “Los procesos de reflexión colectiva han permitido la identificación de actores relevantes, la visualización de alianzas estratégicas y la elaboración de lineamientos comunes”, señalan.
En definitiva, este estudio evidencia que la conservación territorial no puede entenderse solo desde lo técnico o normativo, sino que requiere una implicación real de las comunidades. Como concluyen los autores, “la construcción colectiva de conocimientos e ideas sobre el futuro deseado para un territorio constituye un proceso esencial para la implementación de acciones efectivas de conservación”.
El artículo fue financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a través de los proyectos FONDECYT de Postdoctorado n.º 3200974 y Subvención a la Instalación en la Academia n.º 85220097. Puede leerse en la edición Vol. 30, Núm. 2 (2025) de Perspectiva Geográfica: Accede aquí al texto completo.